5 errores a evitar cuando tu startup está comenzando
El objetivo es que, si estás iniciando, los puedes evitar para minimizar las posibilidades de fallas en tus decisiones futuras.
Si llevas tiempo en este mundo, algunos de estos errores te sonarán familiar, pero nunca está de más volver a repasarlos.
1. No controlar el gasto inicial
Emprender y poner en marcha un negocio no es fácil.
Al inicio, se deben hacer una serie de inversiones lógicas y necesarias para que todo funcione, pero no todo es válido.
La organización puede contar con problemas de tesorería, puesto que la actividad no es madura y fuerte.
Por ejemplo: comprar muebles caros, coches de lujo o activos innecesarios en la oficina no son buenas ideas al principio.
2. Emprendedores con sueldos altos
Comenzar con un sueldo alto, incluso cuando la compañía tiene esos ingresos suficientes puede poner en riesgo la viabilidad de la empresa.
Recuerda: los niveles de rentabilidad más elevados hacen más sólidos los negocios.
3. Descuido y descontrol en el flujo de efectivo de caja
No controlar el dinero que existe en la empresa o que genera la misma es algo imperdonable que puede llevar a la organización a tener una «gran sequía» de dinero.
Para no descuidarse, se recomienda contar con un flujo de cada de dos meses o más de costes (depende del modelo de negocio) para disponer de buen margen de acción ante cualquier imprevisto.
4. Tomar la decisión de diversificar el negocio en vez de potenciar la inversión
Algunos emprendedores llegan a diversificar las ganancias tras un inicio con éxito de su negocio, en lugar de reinvertir en el negocio original.
Es importante que: antes de entrar en nuevos negocios o aventuras, la empresa debe tener en cuenta.
¿Por qué lo hace?
¿La idea es correcta y viable?
5. La falta de control de los impuestos
Muchos emprendedores por el desconocimiento del calendario fiscal muchas veces se les olvida declarar impuesto como el IVA trimestral o las cotizaciones a la seguridad social de los empleados pagadas con demora.
Lo ideal es pagar los impuestos sin retrasos, conociendo a qué se destinan los impuestos y en qué plazo deben pagarse.
Muchas empresas optar por contratar un asesor fiscal, que les ayuda a presentar impuesto, evitando descuidos y sanciones futuras.